Eran las 4:03 A.M., madrugada de navidad, recuerdo que estaba en la puerta de un “ circo de psicópatas y psicotrópicos”, una discoteca, hablando en plata.
En una fuerte enajenación mental transitoria, Herr kalb y el señor Abel, discutían porque uno había cogido por el pescuezo a otro, después de que éste le pusiera una copa por sombrero, alegando que era la tradición de cada año, mientras que un servidor, realizaba las funciones de juez del litigio. La escena era de lo más divertida y extravagante bronca, llantos, insultos y abrazos, típica escena de juerga.En un momento dado Herr Kalb me miró y me dijo, ¿ Qué sientes? a lo que yo le contesté : Tío, ¿que coño estas diciendo?
Entonces me volvió a hacer la misma pregunta, y le dije que se callase, que estaba drogado. Fue entonces, cuando escuché las palabras más verdaderas y sinceras que había oído en mi vida, más que los propios libros de historia.
Nuestra sociedad padece “ el síndrome ovino” , actuamos como ovejas a las que los “perros de la sociedad “ ladran para intentar asustarnos y meternos en su cerco.
¿Qué vida o que futuro nos espera si no decidimos por nosotros mismos, si no pensamos, ni creemos, ni sentimos?
Por eso, cuando reflexiono sobre mis adentros pienso, ¿ Soy una persona o soy un autómata?
SOY UNA PERSONA.
Lo jodido es que para seguir siendo personas no nos queda más remedio que actuar como putos autómatas de vez en cuando. Al fin y al cabo, siempre ha sido así. Por qué crees que Bob dijo que la respuesta está en el viento... porque el muy cabrón sabe que nunca nos responderá.
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