sábado, 4 de febrero de 2012

El tabú del sexo


Muchas veces me pregunto el porqué de ese pudor que siente mucha gente a la hora de hablar de sexo.

Tanto hombres y mujeres cuando nos encontramos en nuestros círculos más y menos íntimos entre semejantes del mismo sexo, no tenemos ningún miedo en expresar nuestra sexualidad o en compartir nuestras prácticas sexuales con los demás, pero en el momento en el que aparece una persona del sexo opuesto la cosa cambia.

En nuestro caso, hombres, nos pasamos el día hablando de sexo, y el que diga lo contrario miente deliberadamente. El intercambio dialéctico-sexual, se asemeja a cuando cambiábamos nuestros cromos en nuestra niñez, que si he visto este video, que si me he follado a esta, o que si a esta le haría lo que no te imaginas.

Pero en el momento en que aparece una mujer, se nos cae la picha a trozos y se nos encogen los huevos pasamos de macho-alfa a calzonazos mentiroso y cuando un amigo introduce alguna situación sexual en la conversación, salta el típico hipócrita haciendo una apología de lo “obscenos” que somos los hombres, Imbécil.

Y esta situación es totalmente absurda, las mujeres follan igual que nosotros, se corren más placenteramente y comentan las mismas cosas, que si me he comprado un nuevo vibrador, que si mi novio la tiene enorme, o nuestra típica frase a ese le metía un polvazo… ¿ Acaso Eva no fue creada a partir de una costilla de Adán?

Por lo tanto hipócritas del mundo, antes de intentar demostrar vuestra falsa sensibilidad ante una mujer, recordad la noche anterior, cuando os masturbabais mirando la foto de Facebook de la susodicha, y vosotras mujeres del mundo no pongáis esa cara de pedo cuando hacéis reuniones del tan snob “tuppersex”, en las que intercambiáis falos de goma como pintauñas, porque cuando estamos cachondos, la mente muere, y la carne manda.


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